Los investigadores dicen que no se sorprendieron al descubrir que los participantes que habían tomado la oxitocina informaron haber visto una mayor intensidad de emoción en las caras, en comparación con los sujetos que habían tomado el placebo.
De acuerdo con los investigadores, algunos psicólogos recetan oxitocina fuera de etiqueta para pacientes que sufren de problemas sociales leves, como ansiedad antes de una entrevista de trabajo.
Pero Cardoso dice que sus hallazgos sugieren que esto podría presentar otros problemas para el paciente:
«Muchos psicólogos inicialmente pensaron que la oxitocina podría ser una solución fácil para superar estas preocupaciones.
Nuestro estudio demuestra que la hormona aumenta las habilidades innatas de razonamiento social, lo que resulta en una sensibilidad emocional excesiva que puede ser perjudicial en aquellos que no tienen deficiencias sociales graves.»
Por ejemplo, Cardoso dice que si un gerente en el trabajo está haciendo muecas porque está sentado en una silla incómoda, una persona con niveles elevados de oxitocina puede pensar que el gerente está reaccionando negativamente a lo que está diciendo, lo que puede causar problemas en el lugar de trabajo.
«Es por eso que estamos advirtiendo en contra de dar oxitocina a personas que realmente no la necesitan», agrega Cardoso.
Un video de Cardoso explicando el vínculo entre la oxitocina y la sensibilidad emocional se muestra a continuación:
Los investigadores señalan que la oxitocina tiene beneficios para aquellos que tienen graves problemas sociales. Un estudio reciente sugirió que la hormona puede activar regiones sociales del cerebro en niños con autismo.
Pero Cardoso advierte que, para algunas personas, los beneficios sociales que presenta la oxitocina «pueden ser contrarrestados por consecuencias negativas no deseadas, como ser demasiado sensibles a las señales emocionales en la vida cotidiana.»
El año pasado, Medical News Today informó sobre un estudio que sugiere que la oxitocina estimuló el centro de recompensa en el cerebro masculino, lo que según los investigadores aumenta el atractivo de la pareja y fortalece la monogamia.