Hay dos ciudades llamadas Belén mencionadas en la Biblia; la famosa en Judá, la otra en Zabulón (Josué 19:15). Belén-Judá se menciona por primera vez como el lugar anteriormente conocido como Efrata (Génesis 35:16), donde Raquel da a luz a Benjamín y muere (Génesis 35:19).
El ascenso de Belén al estrellato es puesto en marcha por Elimelec de Belén (בית הלממי, nótese que este etnónimo frecuente se escribe con un maqqep, o guion, solo en 1 Samuel 16:1, pero siempre viene con la partícula de movimiento ה, él) que se encuentra a sí mismo y a su familia expulsados de Israel y a Moab por una hambruna (Rut 1:1-2). El nombre de su mujer es Noemí, sus hijos son Mahlón y Quelión, y sus nueras moabitas son Rut y Orfa. Cuando después de diez años todos los hombres están muertos, Orfa se va a casa y Noemí vuelve a Belén y se lleva a Rut con ella. En Belén, Ruth conoce y se casa con Booz. Su hijo Obed, padre de Isaí, padre de David, quien sería el rey que unificó a las tribus de Israel. Es por esta razón que Miqueas escribe su profecía mesiánica mencionada en Mateo 2:6: «Pero en cuanto a ti, Belén Efrata, muy poco para estar entre los clanes de Judá. De ti saldrá uno para que yo sea gobernante en Israel. Sus salidas son de hace mucho tiempo, de los días de la eternidad (Miqueas 5: 2)».
Quizás debería haber dejado una sorpresa porque unos 700 años después, el rey Herodes, temiendo la rivalidad de un bebé, hace asesinar a todos los niños de Belén (Βηθλεεμ, Bethlem) y sus alrededores. Mateo revela lo lejos que se extienden esos alrededores al referirse a lo que Jeremías escribió, 100 años después de Miqueas, «Así dice YHWH:’ se oye una voz en Ramá, Raquel llora por sus hijos…»(Mateo 2: 18, Jeremías 31: 15).La tumba de Raquel está en algún lugar en la frontera de Benjamín (1 Samuel 10: 2) y Ramá es una ciudad de Benjamín al norte de Jerusalén.
En 1 Crónicas 2: 51 se lee que Salma fue el padre de Belén, y parece que este Belén es una persona. Sin embargo, este Belén se menciona a lo largo de grupos de personas y pueblos, y es mucho más probable que Salma fuera un alcalde (el אב, ab) de la ciudad de Belén-Judá. Algo similar sucede con Tekoa en 1 Crónicas 2: 24. En 2 Crónicas 11: 6 vemos a ambas ciudades como «construidas» por Roboam. Eso significa que estas ciudades existentes fueron fortificadas, o Roboam erigió nuevos fuertes con nombres antiguos y nostálgicos. (Comparar con 2 Crónicas 8:2, donde Salomón ‘edifica’ ciudades que le fueron dadas por Hiram).
El nombre Belén está escrito sin el maqqep en Génesis y Jueces y en adelante, pero esporádicamente en Samuel, Crónicas y los Profetas aparece escrito con un maqqep (בית־לחם). Ocurre solamente 8 veces en el Nuevo Testamento; ver concordancia completa.
Para el «verdadero significado de la Navidad», lea nuestro artículo sobre el nombre Nazaret y el párrafo sobre el Título Crucis en nuestro artículo sobre el nombre María. Aquí en Abarim Publications estamos bastante seguros de que aunque la Palabra se encarnó en Belén, el evangelio que hablaba de esto se originó con los judíos de la Diáspora en la Babilonia persa.