Los objetivos comunes del tratamiento para el desorden incluyen disminuir la velocidad del habla, aumentar el monitoreo, usar una articulación clara, usar un lenguaje aceptable y organizado, interactuar con los oyentes, hablar de forma natural y reducir las disfluencias excesivas.
Disminuir la velocidad del habla puede ayudar a muchos de los síntomas de desorden, y se puede lograr de un par de maneras diferentes, aunque es muy importante que los patólogos del habla y el lenguaje no molesten a sus clientes para que «disminuyan la velocidad» incesantemente, ya que esto no ayuda y en realidad puede obstaculizar el progreso. Además, es importante recordar que la frecuencia del habla a menudo aumenta cuando aumenta la excitación emocional o el estrés. En lugar de recordatorios verbales constantes, los médicos pueden usar una combinación de retroalimentación auditiva retardada (DAF, por sus siglas en inglés), repartir «multas por exceso de velocidad» (recordatorios escritos para ralentizar el habla) o grabar el habla y hacer que los clientes lo transcriban, escribiendo donde se necesitan espacios y pausas.
Muchas personas que desordenan son incapaces o no están dispuestas a pensar en su habla, particularmente en el habla informal. Todas las estrategias para ralentizar el habla requieren un control cuidadoso del habla, lo que puede ser muy difícil para aquellos que desordenan. La imaginación y la observación cuidadosa se utilizan para aumentar el monitoreo. Por ejemplo, a un adulto que hace desorden se le puede pedir que se visualice hablando lenta y claramente antes de que realmente hable. Además, se pueden usar grabaciones de video y audio para mostrar a aquellos que desordenan dónde comienza a romperse la comunicación en su discurso.
En general, disminuir la velocidad del habla y/o monitorear el habla de manera más efectiva debería conducir a una articulación más clara. Sin embargo, si no lo hacen, se necesita tratamiento adicional. Estas estrategias de tratamiento de articulación incluyen la práctica de oraciones cortas con un habla» sobrearticulada», antinatural pero técnicamente correcta. Leer palabras multisilábicas y enfocarse en incluir cada uno de los sonidos es otra estrategia para mejorar la articulación.
Algunas personas que desordenan necesitarán ayuda para aprender a contar historias de manera lógica y secuencial. Esto se puede ayudar aprendiendo a comenzar narrativas con oraciones simples y cortas, y construyendo lentamente a oraciones más largas y complejas. Además, los médicos pueden transcribir el discurso desordenado a los clientes para mostrarles las corridas y divagaciones, y luego pedirles que simplemente indiquen la información necesaria y más importante en la pronunciación.
Las estrategias adicionales que pueden ayudar a las personas que hacen desorden incluyen registrarse, asegurarse de que han entendido cualquier señal no verbal o que toma turnos en la conversación, imitar modelos clínicos de habla para mejorar el habla natural y tratar cualquier tartamudez que pueda estar presente junto con el desorden. Los dos son trastornos separados, pero muchas personas que desordenan también tartamudean.