En todo el mundo, el potencial económico de las especies nativas como plantas ornamentales aún no está bien explorado. Se necesitan más investigaciones sobre las características fisiológicas y morfológicas para adaptar los cultivos nativos a diferentes aplicaciones (flores cortadas, paisajismo y plantación de árboles urbanos) y ofrecer nuevas opciones al mercado de las plantas ornamentales. En este volumen, «Nuevos cultivos, nuevos usos», se invita al lector a descubrir nuevas especies ornamentales, así como nuevos usos para plantas nativas y cultivadas.
Las tendencias internacionales en floricultura están cambiando rápidamente. Actualmente, el mercado mundial de flores premia la calidad y variedad de los productos. La diversidad climática de Brasil favorece el cultivo de una amplia gama de plantas, contribuyendo al agronegocio de las plantas ornamentales. A nivel nacional, el uso de plantas nativas ha promovido la expansión continua de este mercado, como resultado de la belleza, el exotismo, la calidad postcosecha y la longevidad de los tallos de flores, esenciales para la producción de flores, follaje y similares. Diferentes partes de la planta se conocen como «ornamentales», desde flores e inflorescencias de orquídeas hasta brácteas, que popularmente se llaman flores, como las de Heliconia L. y el jengibre ornamental. Las hojas (como las hojas de palma), las frutas (como la piña ornamental o el achiote) e incluso los tallos (como es el caso de Costus L.) también se utilizan en arreglos florales (Dias, 2016).
Importantes avances en el desarrollo de la Botánica se produjeron en el siglo XVII, apoyados por monarcas y naturalistas brasileños y europeos, entre los que destaca Carl Friedrich Philipp von Martius. Sus expediciones de investigación produjeron extraordinarias contribuciones científicas y artísticas. Marcio es autor de una de las obras botánicas más importantes del mundo, la Flora Brasiliensis (Salatino y Buckeridge, 2016). Desde entonces, la identificación de especies nativas se basa en el conocimiento de la flora local. La información sobre la diversidad de especies nativas contribuye no solo a los estudios fisiológicos y a la micropropagación, sino también al desarrollo de estrategias de conservación y a la autosuficiencia del sector ornamental brasileño en la producción de cultivares y plántulas. Tenga en cuenta que la autosuficiencia está destinada a aumentar la competitividad y generar nuevas opciones de cultivar para el mercado ornamental y no está relacionada con la restricción de la importación de plántulas al país.
En Brasil, se describieron aproximadamente 33.000 especies de angiospermas en la última década, además de muchas especies de otros grupos taxonómicos. Este número aumenta continuamente: los botánicos describen en promedio 250 nuevas especies por año en revistas científicas (Forzza, 2016). A pesar de la alta riqueza florística del país, la flora de algunas áreas (principalmente en las regiones Norte y noreste del país) todavía está subexplorada, y muchas especies nativas con potencial ornamental aún no han sido descubiertas y estudiadas. La plantación urbana de árboles es necesaria para promover la coexistencia ambiental; la falta de árboles puede ser perjudicial para la salud pública, aumentar la sensación térmica y disminuir la calidad de vida. Sin embargo, a pesar de nuestra gran variedad de especies de árboles nativos, solo unos pocos se utilizan para el enverdecimiento urbano. Así que cambiemos la atmósfera, trayendo más plantas a nuestras vidas.