En general, hay cinco tipos de hipoplasia del pulgar, descrita originalmente por Muller en 1937 y mejorada por Blauth, Buck-Gramcko y Manske.
– Tipo I: el pulgar es pequeño, los componentes normales están presentes pero de tamaño insuficiente. Dos músculos del pulgar, el abductor pollicis brevis y el opponens pollicis, no están completamente desarrollados. Este tipo no requiere tratamiento quirúrgico en la mayoría de los casos.
– El tipo II se caracteriza por un espacio estrecho entre los dedos pulgar e índice que restringe el movimiento, músculos tenares deficientes y una articulación media inestable de la articulación metacarpofalángica del pulgar. Este pulgar inestable se trata mejor con la reconstrucción de las estructuras mencionadas.
– Los pulgares de tipo III están subclasificados en dos subtipos por Manske. Ambos involucran un primer metacarpiano menos desarrollado y una musculatura tenar casi ausente. El tipo III-A tiene una articulación carpometacarpiana bastante estable y el tipo III-B no. La función del pulgar es deficiente. Los niños con tipo III son los pacientes más difíciles de tratar porque no hay un tratamiento específico para el pulgar hipoplásico. El límite entre la polinización y la reconstrucción varía. Algunos cirujanos han dicho que el tipo IIIA es susceptible de reconstrucción y no el tipo IIIB. Otros dicen que el tipo IIIA tampoco es adecuado para la reconstrucción. En función del diagnóstico, el médico debe decidir qué se necesita hacer para obtener un pulgar más funcional, es decir, reconstrucción o polinización. In this group careful attention should be paid to anomalous tendons coming from the forearm (extrinsic muscles, like an aberrant long thumb flexor – flexor pollicis longus).
– Type V is no thumb at all and requires pollicization.