La nutrición óptima en los primeros 1000 días

La programación nutricional se refiere a la idea de que la nutrición que recibe durante los primeros años de vida afecta su salud en la vida posterior, incluido su riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT).1 Este período temprano de la vida, desde la concepción hasta los dos años de edad, también se conoce como los primeros 1000 días, y es un período de tremendo crecimiento y desarrollo.2

Durante este período crítico, todos nuestros órganos y tejidos se forman y educan, sentando las bases para nuestra salud de por vida. Por lo tanto, una nutrición adecuada durante los primeros 1000 días, desde la salud materna y el estado nutricional durante el embarazo hasta una buena nutrición del lactante y el niño después del nacimiento, es uno de los requisitos previos fundamentales para la supervivencia, el crecimiento, el desarrollo óptimo y la salud para toda la vida.2, 3, 4

Satisfacer necesidades nutricionales específicas es especialmente importante para los bebés con crecimiento y desarrollo fetal subóptimo que pueden tener una mayor necesidad de apoyo nutricional óptimo en comparación con los bebés nacidos a término sanos.5

Obtenga más información sobre el importante viaje de crecimiento temprano realizado durante los primeros 1000 días de vida descargando su copia personal de ‘El Libro de crecimiento’ de forma gratuita aquí.

Descubra lo que dicen los expertos sobre la importancia de una nutrición de calidad durante los primeros 1000 días de vida, y cómo el crecimiento óptimo temprano y la composición corporal pueden reducir el riesgo para la salud en la vida posterior.

Leche materna: el mejor comienzo en la vida.

Los bebés alimentados exclusivamente con leche materna tienen el mejor comienzo en la vida en términos de crecimiento y desarrollo metabólico. 6 La lactancia materna beneficia la calidad del crecimiento del lactante y el desarrollo del sistema metabólico. 6 Proporciona una nutrición equilibrada que se adapta a las necesidades metabólicas del bebé en crecimiento, promoviendo el equilibrio óptimo entre el uso de energía y el almacenamiento de energía, lo que ayuda a proteger contra la obesidad y las enfermedades no transmisibles en la vida posterior.6,7,8

La calidad de los nutrientes de la leche humana es única y cambia con el tiempo para satisfacer las necesidades de un bebé.9

Hay muchas diferencias entre la composición de la leche materna y la de la fórmula infantil. Un ejemplo es la estructura de los lípidos, o «grasas de leche». Tanto en la leche humana como en la fórmula para bebés, los lípidos proporcionan aproximadamente el 50% de la energía que necesita el bebé; en la leche humana, estos lípidos se derivan de las reservas maternas y de su ingesta dietética. Estas gotitas lipídicas complejas tienen un tamaño bastante grande en comparación con las gotitas de grasa en la fórmula infantil estándar, donde los lípidos de la leche están presentes como pequeñas gotitas con proteínas adheridas a la superficie.

Se ha demostrado que la estructura lipídica de la dieta influye en la forma en que los lípidos se absorben y utilizan en el cuerpo del bebé (uso de energía, almacenamiento, bloque de construcción o molécula de señalización). Algunos creen que esto podría contribuir a las diferencias en la composición corporal observadas entre los bebés alimentados con fórmula y los amamantados.

Ver Referencias

Hanley, et al. Br J Nutr, 2010;104, pp S1S25 doi: 10.1017/S0007114510003338

¿Por 1.000 días de 2017. http://thousanddays.org/.

Wrottesley, et al. J Dev Origins Health Ten, 2016; 7: 144-62.

Hanson, et al. Blink Obst & Gynae, 2015; 29: 24-31.

Wrottesley, Roseboom et al. LOS PRIMEROS HUM DEV. 2016;82:485-91.

Gartner, AAP et al. Pediatría. 2005;115:496-506.

Singhal. P Nutr Soc,2016; 75: 162-8.

Armstrong. Lanceta. 2002;359:2003-4 .

la OMS de 2002, la adecuación de Nutrientes exclusivo de la lactancia materna para el recién nacido a término durante los primeros seis meses de vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.