La pregunta relativa a la tecnología se plantea, como señala Heidegger, «para preparar una relación libre con ella». La relación será libre «si abre nuestra existencia humana (Dasein) a la esencia de la tecnología». Esto se debe a que «solo la verdad nos lleva a una relación libre con lo que nos concierne desde su esencia». Así, el cuestionamiento descubre al cuestionado en su esencia (verdadera) tal como es; permitiéndole ser «experimentado dentro de sus propios límites» al buscar «lo verdadero por medio de lo correcto». Esto es similar a la forma aristotélica de avanzar «de lo que es más oscuro por naturaleza, pero más claro para nosotros, hacia lo que es más claro y más conocible por naturaleza.»
Heidegger comienza la pregunta señalando que «Hacemos la pregunta relacionada con la tecnología cuando preguntamos qué es». Esto se deriva de seguir una doctrina antigua a la que»se considera que la esencia de una cosa es lo que la cosa es». Parte de la definición correcta o clara de que «Todos conocen las dos afirmaciones que responden a nuestra pregunta», es decir, que»la echnología es un medio para un fin de una actividad humana». La razón concedida es que «plantear fines y procurarles y utilizar los medios para alcanzarlos es una actividad humana». Si la tecnología es un medio para un fin humano, esta concepción puede por lo tanto ser»llamada la definición instrumental y antropológica de la tecnología». Esto plantea la pregunta adicional, » ¿el sombrero es el instrumental en sí mismo?». Esto implica cuestionar el ámbito de la instrumentalidad en el que los medios y fines están subsumidos, lo que implica la pregunta, «¿a qué pertenecen cosas tales como los medios y el fin?».
Un medio puede ser visto como aquel a través y por el cual se efectúa un fin. Es ese «por el cual algo se efectúa y así se logra». En esencia, se puede ver como una causa, porque «Lo que tiene un efecto como consecuencia se llama causa». Pero un fin es también una causa en la medida en que determina el tipo de medios que se utilizarán para actualizarlo. Como se ha señalado,»también se considera causa el fin en consonancia con el cual se determina el tipo de medios a utilizar». Esta conceptualización de la instrumentalidad como medios y fines lleva la cuestión más allá de la causalidad, sugiriendo que «se persiguen todos los fines y se emplean los medios, donde reina la instrumentalidad, reina la causalidad».
Para cuestionar la causalidad, Heidegger parte de lo que «o siglos de filosofía ha enseñado» con respecto a las tradicionales «cuatro causas». Estos se enumeran tradicionalmente como (1) la «causa materialis, el material, la materia de la que está hecho» algo; (2) la «causa formalis, la forma, la forma en la que entra el material»; (3) la» causa finalis, el fin, en relación con el cual se requiere se determina en cuanto a su forma y materia»; y (4) la «causa efficiens, que produce el efecto que es el acabado». Heidegger concluye que «la tecnología de sombrero es, cuando se representa como un medio, se revela a sí misma cuando rastreamos la instrumentalidad de vuelta a la causalidad cuádruple». Para explicar esto, Heidegger usa el ejemplo de un cáliz de plata. Cada elemento trabaja en conjunto para crear el cáliz de una manera diferente:
Por lo tanto, cuatro formas de mantener el dominio debido en el recipiente de sacrificio que está listo ante nosotros. Difieren unos de otros, pero pertenecen juntos. … Las cuatro formas de ser responsable hacen aparecer algo. Lo dejaron salir en presencia. Que liberarlo a ese lugar y para empezar en su camino, es decir, en su completa llegada.
Cuando estos cuatro elementos trabajan juntos para crear algo en apariencia, se llama bringing-forth. Esta revelación viene de la poiesis griega, que «saca de la ocultación a la no ocultación». Esta revelación puede ser representada por la palabra griega aletheia, que en español se traduce como «verdad». Esta verdad tiene todo que ver con la esencia de la tecnología porque la tecnología es un medio para revelar la verdad.
La tecnología moderna, sin embargo, difiere de la poiesis. Heidegger sugiere que esta diferencia se deriva del hecho de que la tecnología moderna «se basa en la física moderna como una ciencia exacta». La revelación de la tecnología moderna, por lo tanto, no está generando, sino más bien desafiando. Para ejemplificar esto, Heidegger se basa en el río Rin como un ejemplo de cómo nuestra tecnología moderna puede cambiar un símbolo cultural.
Para profundizar en su discusión sobre la tecnología moderna, Heidegger introduce la noción de reserva permanente. La tecnología moderna coloca a los humanos en una reserva permanente. Para explicar esto, Heidegger utiliza el ejemplo de un guardabosques y su relación con las industrias del papel y la impresión, mientras espera en reserva permanente sus deseos.
Heidegger vuelve una vez más a discutir la esencia de la tecnología moderna para llamarla Gestell, que él define principalmente como una especie de encuadre:
Encuadre significa la reunión de esa configuración que se coloca sobre el hombre, es decir, lo desafía, para revelar lo real, en el modo de ordenar, como reserva permanente. Enmarcar significa esa forma de revelar que domina la esencia de la tecnología moderna y que no es en sí misma tecnológica.
Una vez que ha discutido el encuadre, Heidegger destaca la amenaza de la tecnología. Como afirma, esta amenaza»no proviene en primera instancia de las máquinas y aparatos tecnológicos potencialmente letales». Más bien, la amenaza es la esencia porque «la regla del encuadre amenaza al hombre con la posibilidad de que se le pueda negar entrar en una revelación más original y, por lo tanto, experimentar la llamada de una verdad más primordial». Esto se debe a que el desafío oculta el proceso de dar a luz, lo que significa que la verdad misma está oculta y ya no es revelada. A menos que la humanidad se esfuerce por reorientarse, no podrá encontrar la revelación y la verdad.
Es en este punto que Heidegger ha encontrado una paradoja: la humanidad debe ser capaz de navegar la orientación peligrosa del encuadre porque es en esta orientación peligrosa donde encontramos el potencial para ser rescatados. Para profundizar en esto, Heidegger vuelve a su discusión de la esencia. En última instancia, concluye que «la esencia de la tecnología es en un sentido elevado ambigua» y que «tal ambigüedad apunta al misterio de toda revelación, es decir, de la verdad».
La pregunta sobre la tecnología, concluye Heidegger, es una «sobre la constelación en la que se revela y se oculta, en la que la llegada a la presencia de la verdad ocurre». En otras palabras, es encontrar la verdad. Heidegger presenta el arte como una forma de navegar por esta constelación, esta paradoja, porque el artista, o el poeta como sugiere Heidegger, ve el mundo tal como es y como se revela a sí mismo.