Los cirujanos realizan dos tareas principales: operar e involucrar a los pacientes y cuidadores en la toma de decisiones compartida. La destreza humana y la toma de decisiones son biológicamente limitadas. Las máquinas inteligentes y autónomas tienen el potencial de aumentar o reemplazar a los cirujanos. En lugar de considerar esta posibilidad con negación, ira o indiferencia, los cirujanos deben entender y dirigir estas tecnologías. Un examen más detallado de las innovaciones quirúrgicas y las lecciones aprendidas de la industria automotriz puede informar este proceso. Las innovaciones en cirugía mínimamente invasiva y la toma de decisiones quirúrgicas siguen las curvas clásicas en forma de S con tres fases: (1) introducción de una nueva tecnología, (2) logro de una ventaja de rendimiento en relación con los estándares existentes, y (3) llegada a una meseta de rendimiento, seguida de reemplazo con una innovación que ofrece mayor autonomía de la máquina y menos influencia humana. Actualmente no hay evidencia de nivel I que demuestre mejores resultados para los pacientes utilizando máquinas inteligentes y autónomas para realizar operaciones o tareas de toma de decisiones quirúrgicas. La historia sugiere que si surge tal evidencia y si las máquinas son rentables, entonces aumentarán o reemplazarán a los humanos, inicialmente para tareas simples, comunes y memorables bajo supervisión humana cercana y luego para tareas complejas con supervisión humana mínima. Este proceso plantea desafíos éticos a la hora de asignar responsabilidad por errores, hacer coincidir las decisiones con los valores del paciente y desplazar a los trabajadores humanos, pero puede permitir que los cirujanos dediquen menos tiempo a recopilar y analizar datos y más tiempo a interactuar con los pacientes y atender aspectos urgentes, críticos y potencialmente más valiosos de la atención al paciente. Los cirujanos deben dirigir estas tecnologías hacia la atención óptima del paciente y el beneficio social neto utilizando los rasgos humanos únicos de la creatividad, el altruismo y la deliberación moral.