En Argentina, hasta hace no mucho tiempo, la teníamos asociada a las golosinas: la mantequilla de maní era ese relleno al que siempre queríamos llegar en nuestros bombones favoritos.
Por estos lados, tardamos bastante en acceder a otras formas de consumirla y a entender que más allá de su función de postrecito, era un ingrediente clave en algunas cocinas como la hindú y la africana y un aliado interesante para personas con rutinas exigentes.
Yanina Cangelosi Alba es médica cardióloga argentina, trabaja desde Berlín y es especialista en prevención cardiovascular y salud vegetariana y vegana. Yan es conocida como » Tu Cardióloga Vegana» y comparte sus conocimientos en @syncronatural. Le consultamos cuales son las razones para aprovechar la mantequilla de maní y esto es lo que nos dijo:
Es una super aliada fit
Por su alto contenido proteico, la mantequilla es estratégica dentro de los planes de nutrición de las personas que hacen mucho deporte y tienen grandes desgastes físicos. Tal vez ya lo sepas: la proteína sirve para formar y reparar tejidos de la piel, órganos, músculos, uñas, pelo y huesos. Es necesaria para que todas las células de nuestro cuerpo cumplan su función correctamente. Así que si sos un super deportista, deberías tenerla en tu alacena. Además, brinda mucha energía a la hora de volver a entrenar: 188 calorías cada dos cucharas, según la información oficial brindada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Es antiaging
La mantequilla de maní posee resveratrol. Se trata de un compuesto natural que se genera como respuesta inmunitaria en algunas plantas tras una agresión o infección. Este compuesto, se traslada en forma de propiedad, a algunos alimentos como el vino, las frambuesas, el chocolate negro, las moras, las bayas, las nueces, las avellanas y las almendras. Podemos pensar que el resveratrol es de alguna forma «embellecedor» ya que es antiinflamatorio y por su alto contenido de vitamina E, un potente antioxidante. Ayuda al mantenimiento de la integridad de las células de la membrana mucosa y de la piel, por lo tanto, las protege de los radicales libres, es decir, de las «porquerías» que andan dando vuelta en nuestro medio ambiente y agraden nuestro cuerpo.
Tiene una fuerte acción preventiva
Un importante investigación en Estados Unidos estudió el efecto de los frutos secos sobre las células cancerosas, y las notó sensible a cambios con los piñones, castañas de cajú y las nueces de madacamia. Concretamente, resultaron protectores y disminuidores de dichas células. Gracias a ese estudio, hoy se sabe que las más eficaces son las nueces de castilla y las pecanas, pero en tercer lugar, entra el maní. Actualmente, está comprobado que a largo plazo, su consumo aporta a la prevención de la formación de tumores. La buena noticia de esto es que la mantequilla de maní, incluso consumida como postre, suma, porque si es buena y no contiene agregados de azucares ni conservantes, entonces cuenta con todas sus propiedades.
No engorda tanto como creés
Usualmente nos atormenta esta idea: los frutos secos son nutritivos, pero también están llenos de calorías. Sin embargo, contrario a lo que esperas, sus calorías se «queman» distinto. De hecho, las investigaciones demuestran que si los incorporása la dieta habitual, a la larga, no significará ningún impacto negativo en tu peso. Los estudios sobre personas que deciden incoporar frutos secos a su dieta, demuestran los incrementos de peso suelen ser hasta cinco veces menor de lo que se esperaba, en personas que de por sí, tienen dietas bajas en grasa. En algunos casos en los que se agregaron a las dietas 100 calorías diarias provenientes solamente de frutos secos, ¡se logró una disminución! A largo plazo, en la gente que mantiene el habito de su consumo, se encontró un aumento de peso significativamente menor. Aunque esto se sigue investigando, la premisa es que los alimentos mínimamente procesados, tales como frutos secos, frutas, verduras, y granos integrales, tienen un impacto más complejo, en nuestro organismo que los simples dulces y snacks industriales.
¿Cómo consumir la mantequilla de maní?
- En el desayuno, la mantequilla de maní va con todo, desde simples tostadas de pan o de arroz, hasta con frutos rojos, granola o simplemente, untada a una banana.
- En los smoothies y licuados aporta una textura cremosa.
- En su versión salada, puede reemplazar a la mayonesa, especialmente en sandwiches vegetarianos con berenjenas y palta.
- Queda espectacular si la usás para preparar hummus.
- Si las mezclás con un poco de salsa de soja y limón, podés hacer una pastita riquísima que va genial con gustos dulces como los de la calabaza.
- Sirve para picotear con apio y zanahoria.
¿Cómo elegir bien?
- A la hora de comprar este producto, que también lo podés encontrar como «pasta de maní», lo ideal es que elijas marcas que no tengan ningún agregado agregado sintético ni de azúcar. En Argentina, ya se elaboran distintas marcas que la ofrecen en versión pura: Le Fit, Sytary y Dame Maní y Fit Fruits son algunas de ellas.
- Apenas la compres o cuando la dejes en reposo por un tiempo, vas a ver una capa de líquido flotando sobre el producto.
- No lo tires, es el aceite del maní y tiene muchas propiedades beneficiosas.
- Revolvelo lento con una cuchara para que se reintegre al producto.
- La próxima, dejalo reposando dado vuelta para que sea más fácil volver a unirlo.
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