Desde que abrió sus puertas en 2001, los Museos Judíos de Berlín se han unido a las filas de los museos líderes de Europa. Sus exposiciones y colección permanente, actividades educativas y un variado programa de eventos hacen del museo un vibrante centro de reflexión sobre la historia y la cultura judía, así como sobre la migración y la diversidad en Alemania. Una obra maestra arquitectónica, la espectacular estructura de Daniel Libeskind se ha consolidado como uno de los monumentos más reconocibles de Berlín. El edificio con paneles de zinc es innovador en la conexión que crea entre los temas del museo y su arquitectura. Rica en simbolismo, la arquitectura del museo hace palpable la historia judeo-alemana. La exposición histórica permanente del museo se extiende por más de 3.000 m2 e invita a los visitantes a viajar a través de dos milenios de historia judeo-alemana. Sus representaciones de 14 períodos históricos desde la Edad Media hasta la actualidad pintan un vívido retrato de la vida judía en Alemania. Objetos artísticos y cotidianos, fotos y cartas, pantallas interactivas y estaciones de medios de comunicación transmiten la historia de la cultura judía y muestran cómo la vida judía y la historia alemana están estrechamente entrelazadas. Exposiciones temporales sobre historia cultural, instalaciones de arte contemporáneo y exhibiciones especiales: estas son algunas de las formas en que las exposiciones especiales del museo se basan en una amplia gama de temas para complementar la exposición histórica permanente. La Academia W. Michael Blumenthal, construida al otro lado de la calle del museo, se une, con una superficie total de 6.000 metros cuadrados, el departamento de archivos, biblioteca y educación bajo un mismo techo, así como los recién fundados Programas de la Academia. Estos programas amplían el espectro del museo para incluir el debate sobre nuevos términos y conceptos necesarios para una mayor participación social de las minorías étnicas y religiosas en la sociedad alemana de hoy.