Introducción
La obesidad en niños y adolescentes es un problema de salud internacional. Su relación con el desarrollo de alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina (RI), la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), las dislipidemias y las enfermedades cardiovasculares (ECV) es bien conocida. En la etapa IR, se produce un aumento compensador de insulina, con el objetivo de mantener la homeostasis de la glucosa (GL). Esta etapa de hiperinsulinemia crónica, a largo plazo, conduce al desarrollo de DM2, síndrome metabólico (EM) y ECV.1-6 La obesidad con exceso de tejido adiposo, principalmente visceral, crea un factor determinante en el establecimiento de la RI, ya que este tejido, además de cumplir con sus funciones de almacenamiento energético, ejerce otras actividades involucradas en el mantenimiento homeostático. El tejido adiposo visceral presenta una mayor cantidad de receptores beta adrenérgicos que el tejido subcutáneo, favoreciendo significativamente la actividad lipolítica en esta zona del tejido adiposo, generando una mayor salida de ácidos grasos libres hacia la circulación portal y el hígado, contribuyendo al establecimiento de resistencia a la insulina en el tejido hepático, muscular y pancreático. Además, el tejido adiposo produce citocinas proinflamatorias como las adipocinas, entre las que se encuentran la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) que bloquea la cascada de señalización de insulina (INS). La IL-6 y el TNF-α promueven la lipólisis en el tejido adiposo, favoreciendo la circulación portal que inunda el hígado y otros tejidos con más ácidos grasos libres, lo que contribuye a la RI.La sensibilidad de 7 a 10 INS varía en las diferentes etapas de la infancia a la adolescencia. En niños y adolescentes, la IR es el elemento clave en el SM asociado a la obesidad, y suele estar presente durante muchos años antes de la aparición de anomalías como intolerancia a la LG, dislipidemia, hipertensión, DM2 y ECV.11-13 En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en adolescentes entre 12 y 19 años de edad es 35%, 35.8% (3 175 711) para las mujeres y el 34,1% (3148146) para los hombres.14 El índice HOMA (Evaluación del Modelo Homeostático), construido por Matthews (HOMA-IR), es el método más utilizado para determinar el IR.15-19 A nivel nacional e internacional, no hay consenso relacionado con los valores promedio de INS y HOMA-IR en niños y adolescentes sanos, lo que hace que los investigadores establezcan criterios no uniformes y tomen como referencia estudios realizados previamente en diferentes poblaciones. Los niveles de INS en niños y adolescentes eutróficos han sido reportados por Viso et al. (2004) 5,47±2,46 µUI/mL.20 Morales y otros (2007) reportaron 6,15±1,97 µUI/ml,21 Souki-Rincón et al. reportaron 13,0±0,5 µUI / mL22 y Marcos-Daccarett et al. se notificaron 7,0±3,9 µUI / mL.23 Goran y Gower, después de estudios de medición de insulinemia en la etapa puberal, establecieron algunos puntos de corte. Determinaron valores de insulinemia en el estadio prepúbero (Tanner 1) ≥15µUI / ml, valores prepúberes medios (Tanner 2-4) ≥30µUI/m y valores pospúberes (Tanner 4-5) ≥ a 20µUI/ml.Otros 24 investigadores determinaron sus propios niveles de corte para sus respectivas áreas de estudio, estimando tablas con percentiles. Sin embargo, la falta de estas tablas en un grupo importante de países para edades pediátricas impide que se establezcan criterios uniformes.11,25 La misma situación ocurre para el punto de corte en el diagnóstico de RI. En 2005 Kinski et al. reportaron HOMA-IR > 3.16 y Hirschler et al. lo reportó como > 3.29.26,27 La antropometría se utiliza para evaluar el grado de obesidad, como el índice de masa corporal (IMC) calculando su puntuación Z (BMIz) y la medición de la circunferencia de la cintura (CW).3,28-30 Por lo tanto, el objetivo de la presente investigación fue conocer la prevalencia de los niveles de OW, OB y COB, GL e INS, HOMA-IR y su conexión con BMIz, CW y el estadio puberal en adolescentes entre 12 y 15 años de edad en Saltillo, Coahuila, México.
Materiales y métodos
La presente investigación es descriptiva/transversal. Un total de 292 adolescentes fueron analizados aleatoriamente entre 2012 y 2013 de 5 escuelas secundarias públicas de Saltillo, Coahuila, México, con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años, que participaron voluntariamente con un consentimiento informado firmado por sus padres o tutores. Se excluyó a los adolescentes que padecían cualquier tipo de enfermedad crónica sistémica o endocrinológica porque podían alterar los resultados analíticos. Se realizaron exámenes físicos y antropométricos para determinar su estado nutricional y puberal, según Marshall y Tanner.31,32 En cuanto a las mediciones antropométricas, el tamaño se midió utilizando el estadímetro (206 SECA BODYMETER, SECA AYN. Alemania) en posición de pie, con la espalda hacia el frente, descalzos, y la medida se registró en centímetros. La medición del peso se utilizó una balanza digital con una capacidad de 150 kg (Tanita TFB 300, Tanita Corporation, Arlington Heights, IL 60005, USA) con la mínima cantidad de ropa, sin zapatos, registrado en kilogramos y gramos. La circunferencia de la cintura se realizó con una cinta antropométrica flexible e inextensible (Lufkin W606PM Lufkin, EE. UU.), con el adolescente en posición de pie, brazos relajados en el lado del cuerpo, medición en el punto medio entre el borde costal y la cresta ilíaca, exhalación, y considerando el punto de corte >percentil 90 para obesidad central.33 Además, se calculó el IMC utilizando la fórmula peso / altura 2 y se evaluó el puntaje Z (BMIz) para clasificar su estado nutricional utilizando las tablas de la OMS. El puntaje Z se expresa en unidades de desviación estándar( DE); un puntaje Z entre -2 y -3 DE corresponde a bajo peso severo, entre -1 y -2 DE corresponde a bajo peso, entre +1 y -1 DE corresponde a peso normal, entre +1 y +1 DE corresponde a sobrepeso, entre +2 y +3 DE corresponde a obesidad y mayor que +3 DE corresponde a obesidad mórbida.Se obtuvieron 34 muestras de sangre por punción venosa con un ayuno previo de al menos 12h. Las muestras se centrifugaron a 35000 rpm durante 15 minutos en centrífuga refrigerada a 6 ° C (Thermo Scientific SL, 16R, EE. UU.); el suero se conservó a 4°C hasta el momento del procesamiento de la CONTABILIDAD en el mismo día de la extracción. Se conservó una alícuota a -21°C durante dos días para realizar el análisis del INS. La determinación del LG se llevó a cabo en un equipo automatizado «Diconex» InCCA (Intelligent Clinical Chemistry Analyzer) (Diconex, EE.UU.) a través del método enzimático (conversión a gluconato-6-fosfato por hexoquinasa y glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa en presencia de ATP y NAD) con reactivos humanos.
El análisis INS se realizó con el equipo automatizado TOSOH AIA-600 (Tokio, Japón) mediante un inmunoensayo IFALS (inmunofluorescencia con sustrato etiquetado) con reactivos TOSOH. Utilizamos controles de grado comercial de alto y bajo nivel (marca humana) en ambas pruebas. El índice del modelo homeostático se calculó con la fórmula de Matthews: HOMA=. Se utilizaron los criterios FID para el valor del punto de corte de la LG en ayunas ≥100mg/dl35,y para los INS en ayunas para los valores de insulinemia en estado prepuberal ≥15µUI/ml, para la pubertad media ≥30mU/ml y para la pospuberal ≥20mU / ml.24 Consideramos que el nivel de IR que predice un mayor rick de DM-2 fue HOMA-IR ≥3.16.26 Los resultados se expresaron como promedio, desviación estándar (DE) y el análisis de las variables con el número de casos y un porcentaje. Comparamos el promedio entre los grupos con la prueba t de Student; para más de 2 grupos y la comparación de grupos múltiples, empleamos el análisis de variación (ANOVA, prueba de Tukey). Los resultados fueron considerados estadísticamente significativos con un valor de p≤0,05. La previsibilidad del AUS para evaluar la eficacia del índice HOMA-IR como indicador de IR fue determinada por el análisis de la Curva ROCC (Curva de Características Operativas del Receptor) para valores de corte de 3.16. Para el análisis estadístico de los resultados se utilizaron los programas Minitab 16, GrapPad Prism 5 y SPSS 21.
Resultados
Fuera de la 292 analizado los adolescentes, el 52% eran mujeres (152) y el 48% eran hombres (140), con una edad media de 13.02±0,94 años, con una media de peso de 60.02±15.69 kg (27.2–120.3) y un tamaño medio de 158.34±8.03 cm (125-179). La prevalencia de obesidad central (percentil >90) fue de 23,6%, correspondiente a 49,3% para las mujeres y 50,7% para los hombres. Según su BMIz, más de la mitad de los adolescentes presentaban sobrepeso y obesidad, siendo esta anormalidad más predominante en los varones (Tabla 1).
Adolescentes clasificados por BMIz en general y por género Saltillo, Coahuila, México (2012-2013).
Gender | Total | Low weight | Normal weight | Overweight | Obese | Morbidly obese | ||||||
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n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | |
General | 292 | 100 | 22 | 7.5 | 110 | 37.7 | 65 | 22.3 | 78 | 26.7 | 17 | 5.8 |
Female | 152 | 52 | 14 | 9.2 | 59 | 38.8 | 32 | 21.1 | 40 | 26.3 | 7 | 4.6 |
Male | 140 | 48 | 8 | 5.7 | 51 | 36.4 | 33 | 23.6 | 38 | 27.2 | 10 | 7.1 |
The mean values obtained by the biochemical parameters in our general sample were the following: GL 85.8±11.8mg/dL, the percentage above ≥100 was 11.5%, INS level was 13.2±10.5µUI / mL y el valor HOMA-IR fue de 2.9±2.5 con un 46% sobre ≥3.16. Al analizar los resultados por sexo, encontramos que para las mujeres, el LG fue de 83,4±11,2 mg/dL, el INS de 13,4±10,2 µUI/mL y HOMA-IR de 2,9±2,5, mientras que para los hombres, el LG fue de 88,5±11,8 mg/dL, el INS de 12,9±10,8 µUI/mL y el HOMA-IR de 2,9±2,5. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los géneros para GL (p=0.0002) pero no para INS (p=0.6582) y HOMA-IR (p=0.9965). Después de estudiar los resultados de los parámetros bioquímicos relativos al BMIz, observamos que los valores aumentaron al igual que el BMIz, presentando los valores más altos en OB (Tabla 2). Después de evaluar los resultados de HOMA-IR, encontramos que es notoriamente alto en OB (p≤0.0001). Hubo diferencias estadísticamente significativas en los niveles de GL (p=0.0161), INS (p≤0.0001) y HOMA-IR (p≤0.0001) entre los diferentes grupos de BMIz.
Glucosa, insulina e HOMA-IR por BMIz Saltillo, Coahuila, México (2012-2013).
BMIz | Glucosa (mg/dL) | Insulina (µUI/mL) | HOMA-IR (µUI/mL×mmol/L) | ||||||
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n | Media | %un | p | Averge | p | Media | %un | p | |
(42-121) | (2,3–91.6) | (0,3–20,3) | |||||||
Low weight | 22 | 82.5±9.50 | 3.4 | 0.0271 | 6.4±3.0 | 1.3±0.6 | 0.04 | ||
Normal weight | 110 | 85.2±11.8 | 10.6 | 0.0367 | 8.0±4.0 | 1.8±1.3 | 10.7 | ||
Overweight | 65 | 83.7±10.6 | 6.4 | 0.0081 | 11.5±5.7 | 2.4±1.3 | 21.4 | ||
Obese | 95 | 88.8±12.4 | 18.5 | 0.0161* | 21.9±13.2 | * | 4.9±3.1 | 66.9 | * |
% of values above the cutoff point. Cutoff points: Glucose ≥100mg/dL; insulin: no se evaluó, no hay puntos de corte para este parámetro bioquímico en relación al IMC; HOMA-IR ≥3,16. Para el valor de p comparamos todo el IMCz con el de Obesidad (t-Student).
ANOVA.
Después de examinar los resultados de los tres parámetros bioquímicos por género y BMIz, se observó que el porcentaje de los valores más altos se observaron en el UJO y OBSTETRICIA de ambos sexos. Notamos diferencias estadísticamente significativas entre géneros con OW con respecto a los niveles de LG (p = 0.0046) y ninguna en los niveles de INS (p=0.3006) o el valor HOMA-IR (p=0.1015). En cuanto a la OB, no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los géneros para los niveles de GL (p=0.0551), INS (p=0.3150) y HOMA-IR (p=0.6537).
Tras analizar los resultados de los tres parámetros en relación con el desarrollo puberal, se observó que los valores aumentaban cuando se elevaba el desarrollo puberal (Tabla 3). Hubo una diferencia estadísticamente significativa entre prepúberes y pospúberes en relación con los niveles de LG (p=0,0247), pero no en INS (p=0,4398) o HOMA-IR (p=0,2255). Los valores HOMA-IR mostraron que aproximadamente la mitad de los adolescentes estudiados (puberales y postpúberes) presentaron RI.
Glucosa, insulina e HOMA-IR por etapa puberal Saltillo, Coahuila, México (2012-2013).
Pubertal stage (Tanner) | n | Glucose (mg/dL) | Insulin (μUI/mL) | HOMA-IR (μUI/mL×mmol/L) | ||||||
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Average | %a | p | Average | %a | p | Average | %a | p | ||
Prepubertal | 16 | 83.5±11.3 | 7.6 | 0.0388 | 10.6±4.4 | 16.2 | 0.235 | 2.3±1.3 | 21.3 | 0.1665 |
Middle pubertal | 216 | 85.0±12.1 | 10.9 | 0.0097 | 13.1±10.3 | 5.1 | 0.4502 | 2.8±2.4 | 44.7 | 0.182 |
Postpubertal | 60 | 89.5±9.7 | 14 | 0.0247* | 14.3±12.0 | 31.8 | 0.4398* | 3.3±3.0 | 52.3 | 0.2255* |
% of values above the cutoff point. Cutoff points: glucose ≥100mg/dL; insulin: prepubertal ≥15mU/mL, middle pubertal ≥30mU/mL, postpubertal ≥20mU/mL; HOMA-IR ≥3.16. For the value of p we collated the pubertal with the postpubertal states (t-Student).
ANOVA.
El estudio de los resultados de los parámetros bioquímicos sobre el desarrollo puberal por género reveló que los valores más altos en las mujeres se produjo en la postpubertad etapa, mientras que en los hombres los valores más altos para el INS y el HOMA-IR se produjo en la etapa puberal y los valores más altos para el GL se produjo en la postpubertad etapa (Tabla 4).
Glucosa, insulina e HOMA-IR por etapa puberal (curtidor) y sexo. Saltillo, Coahuila, México (2012-2013).
Pubertal stage (Tanner) | n | Glucose (mg/dL) | Insulin (μUI/mL) | HOMA-IR (μUI/mL×mmol/L) | ||||||
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Average | %a | p | Average | %a | p | Average | %a | p | ||
Female | ||||||||||
Prepubertal | 4 | 84.3±10.4 | 8.2 | ** | 12.1±5.2 | 30.3 | ** | 2.6±1.4 | 35.3 | ** |
Middle pubertal | 104 | 81.0±10.6 | 3.7 | 12.1±8.6 | 1.9 | 0.0133 | 2.5±2.0 | 36.7 | 1 | |
Postpubertal | 44 | 89.0±11.0 | 16 | 0.0003* | 16.7±13.1 | 40.1 | 0.0425 | 3.9±3.3 | 59.2 | 0.9961* |
Male | ||||||||||
Prepubertal | 12 | 83.3±12.0 | 8.7 | 0–0014 | 10.1±4.2 | 12.8 | 0.1196 | 2.2±1.0 | 17.3 | 0.2276 |
Middle pubertal | 112 | 88.7±12.4 | 18 | 14.0±11.6 | 8.5 | 0.325 | 3.2±2.7 | 50 | 0.0379 | |
Postpubertal | 16 | 90.6±4.9 | 3 | * | 7.6±3.9 | 0.1 | 0.0547* | 1.7±0.9 | 5.5 | 0.0557* |
% of values above the cutoff point. Cutoff points: Glucose ≥100mg/dL; insulin: prepubertal ≥15mU/mL, middle pubertal ≥30mU/mL, postpubertal ≥20mU/mL; HOMA-IR ≥3.16. Para el valor de p, cotejamos los estados puberales con los estados postpúberes (t-Student).
ANOVA.
Esta estadística no fue analizado por el bajo número de n.
Los resultados de cada uno de los parámetros fueron comparados con cada etapa puberal por género, se encontró que no hubo diferencias estadísticamente significativas en la etapa prepuberal, mientras que en la etapa puberal hubo diferencias en GL (p≤0,0001) y HOMA-IR (p=0.0408) y diferencias en INS (p=0.0085) y HOMA-IR (p=0.0101) en la etapa pospuberal también se observaron.
Los valores medios obtenidos de los tres parámetros bioquímicos referentes a adolescentes sin COB (76,4%) fueron GL 84,2±11,4 mg/dL, HOMA-IR 2,1±1,5 con 8,5 y 24,2% de los valores sobre los puntos de corte, respectivamente, e INS 9,9±6,1 µUI/mL. Para adolescentes con COB (23,6%), la LG fue de 91,1±11,2 mg/dL, HOMA-IR 5,4±3,4 con 21,3 y 74,4% de los valores sobre los puntos de corte, respectivamente, e INS 23,7±14,2 µUI/mL. Cuando se compararon los resultados de los tres parámetros bioquímicos de adolescentes con y sin COB, hubo diferencias estadísticamente significativas en los tres parámetros (p≤0,0001).
En cuanto a la prevalencia de COB y el estadio puberal, se reportó que el 6,7% ocurrió en el estadio prepuberal, el 22,2% en el estadio puberal y el 33,3% en el pospuberal. Cuando los resultados de los parámetros bioquímicos se asociaron con el estadio puberal y la circunferencia de la cintura, se observó que en todos los estadios puberales, los adolescentes que presentaron COB presentaron valores más altos, observando una alta incidencia de RI en estadios puberales y postpúberes (Tabla 5).
Glucosa, insulina y HOMA por etapa puberal (curtidor) y circunferencia de cintura. Saltillo, Coahuila, México (2012-2013).
Pubertal stage (Tanner) | PC | n | Glucose (mg/dL) | Insulin (μUI/mL) | HOMA-IR (μUI/mL×mmol/L) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Average | %a | p | Average | %a | p | Average | %a | p | |||
Prepubertal | 15 | 82.5±11.0 | 6 | – | 10±3.8 | 9.8 | – | 2.1±0.9 | 13.3 | – | |
>90 | 1 | 98 | – | – | 19.6 | – | – | 4.7 | – | – | |
Middle pubertal | 168 | 83.1±11.9 | 7.7 | 10.1±6.4 | 0.1 | 2.1±1.4 | 23.2 | ||||
>90 | 48 | 91.9±10.7 | 22.5 | 23.6±13.9 | 32.5 | 5.4±3.3 | 75.3 | ||||
Postpubertal | 40 | 89.8±8.2 | 10.7 | 0.7171 | 9.3±5.3 | 2.3 | 2.9±1.7 | 30.5 | |||
>90 | 20 | 88.8±12.4 | 18.7 | 24.2±15.3 | 60.8 | 5.4±3.9 | 71.8 |
PC: waist percentile.
% of values above the cutoff point. Cutoff points: glucose ≥100mg/dL; insulin: prepubertal ≥15mU/mL, middle pubertal ≥30mU/mL, postpubertal ≥20mU/mL; HOMA-IR ≥3.16.
Cuando se realiza un estudio comparativo de los resultados de los parámetros bioquímicos en adolescentes con y sin MAZORCA en cada una de las etapas de la pubertad, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la etapa puberal en GL (p≤0,0001), INS (p≤0.0001)y HOMA-IR (p≤0,0001). No hubo diferencias significativas en GL (p=0.7171), INS (p≤0,0001) o HOMA-IR (p≤0,0001) en la postpubertad etapa. Al comparar los resultados de adolescentes con COB y los estadios puberal y pospuberal, no hubo diferencias significativas en los valores de GL (p=0,3061), INS (p=0,8707) o HOMA-IR (p=0,9734).
El resultado del análisis de sensibilidad y especificidad reveló el hecho de que HOMA-IR demostró ser un buen predictor de la presencia de IR (Fig. 1), lo que refleja un mayor poder discriminador en la evaluación de este síndrome.
El área por debajo de la curva ROC del HOMA-IR como predictor de resistencia a la insulina.
Discusión
Este estudio mostró una elevada prevalencia de su sobre peso (22.3%), obesidad (32.5%), obesidad central (23.6%) y HOMA-IR (46%). Estos resultados fueron mayores que los reportados en adolescentes del mismo rango de edad para sobrepeso (19%) y obesidad (13%) en Chiapas, México5,e incluso menores que los reportados en adolescentes entre 10 y 17 años con obesidad (49,2%) en Lima, Perú.1 Como era de esperar, los adolescentes con obesidad y obesidad central mostraron cifras significativamente más altas de INS e HOMA-IR en comparación con aquellos adolescentes con un BMIz normal.
De esta manera, los adolescentes sin obesidad manifestaron valores promedio de INS (8µUI/mL) y HOMA-IR (1.8), y los adolescentes con obesidad tuvieron promedios de INS de 21.9 µUI/mL y HOMA-IR 4.9. Nos gustaría señalar que los adolescentes con obesidad mórbida alcanzaron niveles de INS de 91.6 µUI / mL y valores HOMA-IR de 20.3, valores nunca reportados en la población mexicana. Estos hallazgos en adolescentes de ambos sexos confirman los reportados por otros autores en el sentido de que observaron una relación positiva entre la RI y la presencia de obesidad y que ésta aumenta progresivamente en función del exceso de peso.1,5-7,37
Con respecto a los niveles basales de LG, esto aumentó a medida que aumentaba el BMIz. Encontramos que los niveles promedio son mayores en hombres que en mujeres, tal como lo reportan Souki-Rincón et al.22
Al igual que en otros estudios realizados anteriormente, encontramos en el nuestro que las concentraciones de INS son más altas en las adolescentes femeninas que en los varones.21 En este estudio, aproximadamente 2 de cada 10 adolescentes con sobrepeso y 7 de cada 10 con obesidad presentaron RI, siendo el sexo masculino el más afectado. Se encontró una correlación significativa entre las concentraciones de INS y HOMA-IR, lo que se esperaba, ya que los valores de HOMA-IR se derivan de las concentraciones de INS y GL. Las mediciones antropométricas, BMIz y WC se asocian de forma independiente con los niveles de GL, INS e HOMA-IR. Pudimos observar que WC predijo estas variables con mayor precisión en comparación con BMIz.
Además, dado que las concentraciones de INS e HOMA-IR seguían la misma distribución, pudimos considerar que este último como un metro era tan bueno como el INS basal para establecer la IR. Keskin et al. mostró que la terapia HOMA-RI tenía una alta especificidad y sensibilidad para la medición de la RI en niños y adolescentes.36
La prevalencia de RI encontrada en la población estudiada (46%) supera la reportada por Acosta et al.7 Estos autores también usaron valores HOMA-IR superiores a 3.1 para un diagnóstico de IR. Por otro lado, se encontró que aproximadamente la mitad de los adolescentes en estado pospuberal (IV y V) presentaron niveles más altos de INS e HOMA-IR. Al analizar el estadio puberal por género, los valores más altos de los parámetros químicos se encontraron en mujeres en el estadio pospuberal (IV y V) y en hombres con estadio puberal (II y III). Rojas-Gabulli et al.1 sugirió que la RI, que resulta en hiperinsulinemia, según Arslanian y Kalhan38, se observa entre los estadios de Tanner II y IV, resultados que concuerdan con nuestros resultados. Además, la RI encontrada en los adolescentes del estudio fue menor que la reportada por Kurtoglu et al.39 en adolescentes en estadios prepúberes (hombres 37% y mujeres 27,8%) y puberales (hombres 61,7% y mujeres 66,7%). Estas diferencias se basan en el hecho de que estos autores utilizaron diferentes valores de referencia según el sexo y la etapa de maduración sexual para su diagnóstico de RI, utilizando los siguientes valores HOMA-IR: para la etapa prepuberal se utilizaron los siguientes valores: masculino 2,67 y femenino 2,22, y para la etapa puberal: masculino 5,22 y femenino 3,82. Por lo tanto, presentamos la necesidad de continuar realizando estudios en adolescentes, permitiendo el establecimiento de niveles normales para INS así como para HOMA-IR. Los valores más altos de insulina y HOMA-IR se observaron en adolescentes con COB. Además, se observó la incidencia de valores más altos de INS y HOMA-IR en adolescentes con COB en las etapas puberal y postpúbera, al igual que otros autores.7,39 La evaluación de la capacidad de HOMA-IR para predecir un diagnóstico de RI a través del análisis de la curva ROC, indica que tiene una alta sensibilidad y especificidad para este propósito.
Las principales fortalezas de este estudio son la homogeneidad de las condiciones en las que se tomaron las muestras, la realización de estudios simples no invasivos como CMC (circunferencia de cintura) BMIz, INS, LB basal y HOMA-IR, y el HOMA-IR es un indicador de alta sensibilidad y especificidad. Las limitaciones de este estudio son las siguientes: dado que se trata de una muestra demográfica relativamente pequeña, no fue necesariamente una muestra representativa de la población de los mismos intervalos de edad (sin embargo, puede servir para comparar a otros adolescentes mexicanos); no tener puntos de corte en HOMA-IR para adolescentes mexicanos de diferentes edades y etapas puberales, y no tener un número representativo equilibrado para cada una de las etapas de maduración puberal.
Conclusión
Este estudio muestra una alta incidencia de OW, OB y COB. Reveló una correlación positiva entre el aumento de los niveles de GL, INS e HOMA-IR y el aumento de BMIz y COB, mostrando una alta incidencia de IR. Por lo tanto, OW, OB, COB y HOMA-IR pueden ser utilizados como referencia en la práctica clínica para el diagnóstico de RI y pueden ser predictores significativos de DM2. Estos datos resaltan la importancia de la detección precoz de la RI en adolescentes con OW, OB y COB, y subrayan la importancia de manejar estrategias de intervención temprana, que permitan identificar el riesgo de RI, para su manejo oportuno y prevención del desarrollo de DM2, ECV y SM.
Financiación
No se prestó apoyo financiero.
Conflicto de intereses
Los autores no tienen conflictos de intereses que declarar.