Con el avance de las prácticas se pueden lograr muchos beneficios en la salud, ya sea física o mental. Son muchos los médicos clínicos, terapeutas de todo tipo y psicólogos que sugieren a sus pacientes que se encaminen en una disciplina de este tipo para liberar tensiones, dejar atrás el estrés y conectarse con lo realmente importante.
Algunos datos sobre el origen del yoga
En primer lugar, es necesario saber que esta actividad que encuentra su origen en la India, y que su significado se remite a la palabra «unión», pero en sánscrito, el idioma de la región.
Sería normal confundirse y pensar que no tiene que ver con el hinduismo, ya que el budismo y el jainismo son otras religiones que también incorporan esta disciplina física y mental asociada a la meditación, la práctica de posturas y el estiramiento.
Existen muchos tipos de yoga, algunos más antiguos y clásicos y otros más modernos vinculados a las necesidades actuales de las personas modernas. Pero lo que todos tienen en común, es que otorgan a quienes incorporan como hábito en su vida practicar esta disciplina múltiples beneficios: notorias mejoras en la flexibilidad, la postura, y la concentración; pérdida de peso, descanso y, fundamentalmente, ejercicio de la paz interior.
Sería común ver en redes sociales como instagram o pinterest mucho material cultural vinculado al tema. Y es que el yoga forma parte de una de las disciplinas físicas del momento: conjuga una serie de elementos que las personas de la sociedad moderna buscan incansablemente. Relajación, tranquilidad, estiramiento del cuerpo, conexión con la naturaleza, buenas prácticas emocionales y tonicidad en los músculos.
Además, el comienzo de este ejercicio se puede combinar con otras técnicas de las religiones y filosofías elegidas (hinduismo, budismo, etc.), como por ejemplo la meditación, la aromaterapia, la música y la lectura típica.
Solo es cuestión de encontrar el ambiente en que cada persona se sienta cómoda y pueda lograr su paz interna, porque ése es el mensaje. El yoga no excluye formas físicas ni mentalidades, es una invitación para todo público sin distinguir edades, estados de salud o posibilidades económicas.
¿Para qué sirven todos los tipos de yoga?
Yendo a la variante más conocida y popular, el Hatha Yoga, es la técnica más común que se practica en Argentina y otros países de América Latina.
Abarca muchas posturas e incluye un gran rango de métodos de purificación, mantras y meditación. En principio, trabaja con el equilibrio del cuerpo físico a través de las posturas o asanas. Es, sin dudas, la forma de yoga más elegida por las personas en Occidente y no requiere tantos esfuerzos físicos, sino que se centra en poder retener por más tiempo las posturas logradas como metas cumplidas.
Pero solo por citar algunos beneficios generales del yoga en todas sus variantes y propuestas, se enumera la siguiente lista:
- Fortalece músculos y huesos
- Aumenta los niveles de flexibilidad del cuerpo en general
- Alivia dolores musculares y físicos de todo tipo a través de la respiración y el estiramiento
- Según algunos estudios e investigaciones, ayuda a las personas a «mantenerse jóvenes» y retarda los principales signos de envejecimiento
- Sirve para quemar calorías y lograr descensos de peso
- Mejora la respiración, enseña técnicas nuevas y es ideal para pacientes con complicaciones vinculadas
- Refuerza el sistema inmunológico y regula el sistema nervioso para lograr una adecuada armonía
- Promueve la salud cardiovascular
- Es indicado en pacientes con cáncer para mejorar su estado de ánimo y conectarlos con otra cosa que no sea su enfermedad
- Une personas, consolida equipos, mejora la integración social y la solidaridad entre las personas.
Como se puede apreciar, son muchos los beneficios que responden a para qué sirve el yoga. Es una disciplina con gran aceptación alrededor del mundo entero, que no deja de expandirse y convocar a nuevos integrantes a su comunidad.
En Buenos Aires, existen muchos centros terapéuticos que brindan clases de yoga y son de un acceso sencillo y amigable para quienes nunca lo han probado. Incluso muchos gimnasios que poco tienen que ver con el ambiente del yoga han decidido incorporar a profesionales de la materia para ofrecer esta técnica a quienes se ejercitan de un modo más aeróbico o tradicional.
Y es que la demanda crece día a día. Quienes prueban el yoga por primera vez, rara vez deciden no adoptarlo como un hábito en sus vidas por los múltiples beneficios que esta técnica les regala con el paso del tiempo y la constancia. Solo es cuestión de animarse, probar, y romper prejuicios. El yoga tiene las puertas abiertas para todos y no distingue entre ningún tipo de individuo.