DISCUSIÓN
La infección crónica por el virus de la hepatitis C afecta a aproximadamente 170 millones de personas en todo el mundo. La cirrosis hepática y el carcinoma hepático son las complicaciones más graves relacionadas con la infección crónica, sin embargo, pueden ocurrir manifestaciones extra-hepáticas asociadas, como crioglobulinemia, porfiria cutánea tardía, liquen plano y eritema acral necrolítico.4
El eritema acral necrolítico se describió en 1996 en siete pacientes egipcios como una manifestación cutánea específica de infección por el virus de la hepatitis C.5 Un estudio publicado recientemente mostró una prevalencia del 1,7% de eritema acral necrolítico en pacientes con infecciones causadas por el virus de la hepatitis C.1 La ubicación más común de las lesiones es la parte posterior de los pies y los dedos de los pies, pero también pueden afectar la superficie del tendón de Aquiles, el maléolo, las piernas y las rodillas. Los síntomas asociados son prurito, dolor, ardor y disestesia.6 En el caso reportado, el paciente presentó lesiones con morfología, localización e histología compatibles y también relató dolor en los sitios de las lesiones.
Los hallazgos histológicos no son patognomónicos, por lo que es necesaria la sospecha clínica para el diagnóstico. Entre los cambios histológicos, podemos observar, en las fases iniciales, acantosis, espongiosis e infiltrado perivascular superficial. En la fase tardía, las lesiones presentan hiperplasia psoriasiforme e intensepapilomatosis con paraqueratosis. Es posible observar,en algunos casos, pústulas subcorneales y queratinocitos necróticos en lesiones crónicas.7
El paciente recibió transfusión de sangre y las lesiones retrocedieron, probablemente debido a la presencia de cinc en la sangre transfundida. Posteriormente, se prescribió terapia oral con zinc, y la paciente permaneció sin lesiones, a pesar de que no estaba tratando la infección por el virus de la hepatitis C. La patogénesis del eritema acral necrolítico es desconocida, sin embargo, se cree que el cambio metabólico causado por el virus de la hepatitis C puede causar una alteración en la regulación del zinc. Moneib y alp publicaron un estudio que mostró que los niveles séricos de zinc, los niveles lesionales y los niveles de peligro disminuían en pacientes con eritema acral necrolítico.8 Aunque algunos estudios muestran una mejora después de la suplementación con zinc, otros autores no reportan ningún beneficio de este tratamiento. Por lo tanto, hay controversias con respecto a la asociación entre eritema acral ecrolítico y deficiencia de zinc.9
El eritema acral necrolítico puede imitar otras dermatosis, como psoriasis,pelagra, acrodermatitis enteropática y eritema migratorio necrolítico.6 Por lo tanto, cuando estos diagnósticos son sospechosos en pacientes con infección por el virus de la hepatitis C, el dermatólogo debe estar alerta ante la posibilidad de esta manifestación cutánea específica vinculada a dicha infección viral.