Su obra
Polibios fue testigo ocular de los grandes acontecimientos históricos de su época, incluida la guerra contra Antíoco III de Siria (192-189 a.C.), la Tercera Guerra Macedonia (171-168 a. C.), la Tercera Guerra Púnica (149-146 a. C.), y la derrota de Cartago y la conquista de Grecia en 146 a. C. Polibios originalmente tenía la intención de escribir una historia universal, con especial énfasis en la conquista de Roma del mundo entonces conocido, que concluiría en el año 168 a. C. Sin embargo, el saqueo de Corinto y la destrucción de Cartago fueron adiciones necesarias.
De la obra de 40 libros de Polybios, solo han sobrevivido los primeros 5 libros. Debido a la gran cantidad de información que cubre (del 220 al 145 a.C.), Polybios es muy generoso con sus notas explicativas. Sus dos primeros libros son grandes preludios de la historia principal, que no comienza hasta el tercer libro. Polibios fue influenciado en gran medida por Tucídides y creía que el conocimiento de la historia es una guía absolutamente necesaria para presentar la acción. Su visión pragmática enfatiza el elemento didáctico de la historia. Para Polibios-no anticuario-la historia era el conocimiento práctico necesario en la experiencia actual. Tres elementos esenciales para el historiador, según Polibios, son el conocimiento geográfico; el conocimiento de la política práctica, incluido el arte de la guerra; y la capacidad de recopilar, clasificar y sintetizar fuentes escritas.
Polibios carecía de las cualidades artísticas de Heródoto o Tucídides, pero insistió en viajar a los lugares donde se hizo la historia, examinó de cerca las pruebas escritas y orales, invocó su propia experiencia militar y la de otros, y utilizó conocimiento de primera mano.
Fue Polibios, un griego, quien iluminó el ascenso del Imperio Romano. No se limita a contar; analiza en términos de relaciones causales. En Polibios, la historiografía griega y romana se fusionan porque todo el mundo mediterráneo se fusionaba con Roma.