¿Qué hace una enfermera de una comunidad de fe (parroquia)?

Escrito por: Sue Schmitz, Enfermera Registrada, Enfermera Registrada, Coordinadora Parroquial del Ministerio de Salud, Agnesian HealthCare

Así como cada comunidad religiosa (mezquita, sinagoga, templo, iglesia) es diferente en tamaño, riqueza y rango de edad de sus miembros, los roles y responsabilidades de cada enfermera parroquial también son un poco diferentes. Todas las enfermeras parroquiales, sin embargo, comparten los mismos roles básicos:

Integrador de la fe, salud: Ayudan a las personas a enfocarse en su salud. Hacen hincapié en el bienestar, la prevención de enfermedades y la promoción de la salud en el contexto de su bienestar espiritual, mental, físico y social.

Consejero personal de salud: Las enfermeras parroquiales ayudan a las personas y las familias a comprender y hacer frente a los problemas de salud e identificar las necesidades de atención médica. Pueden visitar a los feligreses en sus hogares, hospitales y centros de atención a largo plazo, y pueden estar disponibles en los horarios establecidos en la iglesia.

Educador de salud: Una enfermera de la parroquia proporciona información actualizada y precisa relacionada con la salud que se centra en la prevención de enfermedades y el mantenimiento del bienestar para el cuerpo, el espíritu y la mente.

Facilitador y coordinador de voluntarios: Pueden identificar y reclutar voluntarios que pueden estar disponibles para responder a necesidades a corto plazo, como visitas, transporte o comidas, para ampliar las fuentes de ayuda dentro de una congregación.

Agente de referencia: Las enfermeras parroquiales sirven como enlace entre la iglesia, el hospital y los recursos de la comunidad. Pueden recomendar a dónde pueden ir los congregantes para obtener la ayuda que necesitan.

Defensor de la salud: Las enfermeras parroquiales pueden ayudar a los miembros que necesitan apoyo para tomar decisiones sobre su salud, y pueden ayudar a relacionar estas decisiones con los proveedores de atención.

Las enfermeras de la parroquia no se ocupan de los cuidados» prácticos», como dar inyecciones, cambiar los apósitos o ayudar a bañarse. No reemplazan, sino que trabajan con servicios en la comunidad para ayudar a satisfacer las necesidades de los miembros de su congregación.

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