La represión política es el acto de una entidad estatal que controla a una ciudadanía por la fuerza por razones políticas, en particular con el fin de restringir o impedir la capacidad de la ciudadanía para participar en la vida política de una sociedad, reduciendo así su posición entre sus conciudadanos. A menudo se manifiesta a través de políticas tales como violaciones de derechos humanos, abuso de vigilancia, brutalidad policial, encarcelamiento, asentamiento involuntario, privación de los derechos de los ciudadanos, lustración y acción violenta o terror como el asesinato, las ejecuciones sumarias, la tortura, la desaparición forzada y otros castigos extrajudiciales de activistas políticos, disidentes o población en general. La represión política también puede reforzarse por medios ajenos a la política escrita, como la propiedad de los medios de comunicación públicos y privados y la autocensura en el seno del público.
Cuando la represión política es sancionada y organizada por el Estado, puede constituir terrorismo de Estado, genocidio, politicidio o crímenes de lesa humanidad. La represión política sistémica y violenta es una característica típica de las dictaduras, los estados totalitarios y regímenes similares. Los actos de represión política pueden ser llevados a cabo por las fuerzas de policía secreta, el ejército, los grupos paramilitares o los escuadrones de la muerte. También se han encontrado actividades represivas en contextos democráticos. Esto puede incluso incluir el establecimiento de situaciones en las que la muerte del objetivo de la represión sea el resultado final. Si la represión política no se lleva a cabo con la aprobación del Estado, un sector del gobierno puede seguir siendo responsable. Un ejemplo son las operaciones COINTELPRO del FBI en los Estados Unidos entre 1956 y 1971.
En algunos estados, «represión» puede ser un término oficial utilizado en la legislación o en los nombres de las instituciones gubernamentales. La Unión Soviética tenía una política legal de represión de la oposición política definida en su código penal y Cuba bajo Fulgencio Batista tenía una agencia de policía secreta oficialmente llamada Oficina para la Represión de las Actividades Comunistas. Según el estudioso de estudios soviéticos y comunistas Stephen Wheatcroft, en el caso de la Unión Soviética se usan términos como «el terror», «las purgas» y «represión» para referirse a los mismos eventos. Cree que los términos más neutrales son represión y asesinatos en masa, aunque en ruso se suele considerar que el concepto amplio de represión incluye los asesinatos en masa y a veces se supone que es sinónimo de ellos, lo que no es el caso en otros idiomas.