Los videojuegos han capturado la imaginación de los estadounidenses desde la década de 1970, con la introducción de juegos muy simples. Aunque las características gráficas de estos programas básicos eran primitivas en comparación con los juegos complejos y multifacéticos de hoy en día, muchos niños, adolescentes y adultos rápidamente se cautivaron con este nuevo pasatiempo. Pronto se hizo evidente que los videojuegos tenían el potencial de consumir una gran cantidad de tiempo, ya que los jugadores intentaban ganar repetidamente. Hoy en día, la adicción a los videojuegos se ha reconocido como una adicción a los procesos similar al juego compulsivo, en el que la prisa por ganar se convierte en una de las principales motivaciones para jugar.
En los primeros días de los videojuegos, la mayoría de los juegos estaban disponibles solo en máquinas recreativas, a las que no se podía acceder las 24 horas del día. En estos días, los juegos son una de las características más populares de los sitios de redes sociales, y se pueden jugar casi continuamente en dispositivos de juego portátiles, computadoras personales o teléfonos inteligentes. Los videojuegos se han vuelto mucho más elaborados, con mundos alternativos ricos, múltiples personajes y tramas complicadas. Los niños o adolescentes introvertidos pueden encontrar que pueden evitar interactuar con compañeros»reales» al interactuar principalmente con otros jugadores en línea, en forma de personajes con dones y poderes impresionantes.
Cuando los juegos Se Convierten en una Adicción
No todos los investigadores están de acuerdo en que los videojuegos son una actividad dañina o adictiva. Muchas personas, incluidos los padres, creen que los videojuegos expanden la imaginación, dan a los niños la oportunidad de trabajar en colaboración y agudizan las habilidades cognitivas. Sin embargo, cuando los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo jugando videojuegos a expensas de las tareas escolares, el ejercicio físico, los eventos familiares o las actividades sociales, los beneficios de los juegos parecen menos seguros.
Existe cierta controversia sobre si los videojuegos son una adicción comparable a los juegos de azar, el abuso de drogas o el alcoholismo.d
Psychology Today afirma que la comparación entre los videojuegos y los juegos de azar es defectuosa, porque no hay apuestas financieras ni pérdidas materiales involucradas con los videojuegos. Ganar un videojuego requiere habilidades cognitivas y reflejos agudos, mientras que ganar en el juego es una cuestión de suerte.
Sin embargo, de acuerdo con WebMD, la adicción a los videojuegos puede considerarse un tipo de trastorno del control de impulsos.
La fuente de la calidad adictiva de los juegos aún se desconoce, pero los investigadores proponen que el proceso de jugar y ganar estos juegos puede desencadenar una liberación de dopamina, una sustancia química cerebral que eleva el estado de ánimo y proporciona una descarga de energía. La dopamina es el mismo neurotransmisor que participa en otras actividades adictivas, como el alcohol o el abuso de drogas.
La adicción a los videojuegos no está reconocida actualmente como un trastorno adictivo en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, la guía definitiva para la enfermedad psiquiátrica. Pero una preocupación obsesiva por los juegos a expensas de las actividades u obligaciones de la vida real comparte algunas de las características del comportamiento adictivo. ¿Cómo puede un padre saber cuándo los juegos han dejado de ser un simple entretenimiento y se han convertido en una adicción? Estas son algunas de las señales de advertencia clave a tener en cuenta:
- Bajo rendimiento en la escuela, el trabajo o las responsabilidades domésticas como resultado de una preocupación por los juegos
- Descuido de otros pasatiempos o amistades
- Una disminución en la higiene personal o el aseo personal
- Incapacidad para establecer límites sobre cuánto tiempo se pasa jugando
- Signos de irritabilidad, ansiedad o ira cuando se ve obligado a dejar de jugar, incluso por breves períodos de tiempo
- La necesidad de pasar más tiempo jugando obtener el mismo nivel de disfrute
- Síntomas de abstinencia física o psicológica, como la pérdida de apetito, insomnio, agitación o arrebatos emocionales si se quita el juego
- Usar videojuegos como una forma de escapar de situaciones estresantes en el trabajo o la escuela, o conflictos en el hogar
Los niños y adolescentes no son los únicos que pueden ser vulnerables a la adicción a los videojuegos. Los adultos también pueden jugar videojuegos durante horas en lugar de participar en actividades laborales, dedicarse a pasatiempos o dedicar tiempo a sus parejas o hijos. Cuando los adultos ya no son capaces de controlar la cantidad de tiempo que pasan en los videojuegos, o cuando sus trabajos o relaciones comienzan a sufrir como resultado de los videojuegos, es posible que hayan cruzado la línea de la recreación a la adicción.
Creencias populares sobre los Videojuegos
Hay muchas creencias equivocadas y conceptos erróneos sobre los videojuegos. En algunas escuelas de pensamiento, estos programas computarizados son totalmente negativos, promoviendo la violencia, el sexismo y el aislamiento social entre los jóvenes. Otras perspectivas sostienen que los videojuegos pueden ser una herramienta valiosa para la educación y el desarrollo del carácter, permitiendo a los niños simular los roles de héroes poderosos. En realidad, los videojuegos tienen características positivas y negativas, y el efecto de jugar juegos a menudo depende de las actitudes del jugador hacia los juegos y la vida en general.
La ciencia para padres propone que la calidad convincente de los videojuegos puede no deberse a una respuesta adictiva, sino a un fenómeno psicológico llamado «flujo».»El flujo tiene lugar cuando los individuos se sumergen tanto en una actividad que pierden la noción del tiempo. Cualquier actividad atractiva, incluso proyectos de trabajo o escolares, puede inducir una sensación de flujo una vez que una persona está atrapada en el proceso. Si bien no hay nada necesariamente de malo en estar inmerso en un juego educativo y atractivo, este proceso puede convertirse en una compulsión si el usuario no puede detenerse y si le quita tiempo a otras actividades o relaciones importantes.
Los riesgos y preocupaciones para la salud
Los videojuegos compulsivos pueden tener efectos negativos en una mente o un cuerpo en desarrollo. Los jugadores adultos también pueden sufrir los efectos de las horas que pasan sentados en el sofá o en el escritorio de una computadora. A continuación se enumeran algunas de las preocupaciones clave para los jugadores más jóvenes:
- Estilo de vida sedentario: Las horas que pasan sentados frente a una computadora o frente a un dispositivo pueden afectar el cuerpo de un joven. La falta de ejercicio físico en los videojuegos ha generado preocupaciones de salud pública sobre el aumento de peso, la mala postura y un mayor riesgo de diabetes tipo 2 en los niños y adolescentes de Estados Unidos.
- Falta de compromiso social: Aunque los videojuegos requieren relacionarse con otros en entornos computarizados, no necesariamente preparan a los niños para las realidades de socializar con sus compañeros. Aprender a interactuar con otros en un entorno del mundo real es una habilidad social importante que puede ser descuidada por personas que pasan demasiado tiempo jugando.
- Problemas de concentración y atención: Existe cierta preocupación de que los movimientos rápidos y la acción acelerada de los videojuegos promuevan una pérdida de concentración en los jugadores. Los niños que pasan mucho tiempo jugando videojuegos pueden volverse menos interesados en leer libros, por ejemplo, lo que requiere una atención más concentrada y prolongada.
- Evitar las tareas de desarrollo: La adolescencia es un momento de autodescubrimiento y desarrollo personal. Para convertirse en adultos maduros que puedan asumir los desafíos de la vida, los adolescentes deben aprender a enfrentar emociones dolorosas y experiencias sociales incómodas. Cuando se usan apropiadamente, los videojuegos de rol de fantasía pueden ayudar a los niños a aprender y aplicar rasgos de carácter valiosos que pueden ayudarlos en sus interacciones con los demás. Pero cuando los videojuegos se utilizan como mecanismo de escape, permiten a los niños evitar los desafíos de desarrollo de crecer.
- Aumento de la agresión o la violencia: Los niños y adolescentes que dedican mucho tiempo a jugar videojuegos que se centran en el combate, las peleas o la violencia pueden mostrar más signos de agresión que los que no juegan estos juegos. Los padres deben conocer el contenido de los videojuegos, que están sujetos a un sistema de clasificación similar al que se aplica a las películas. La Junta de Clasificación de Software de Entretenimiento (ESRB) publica directrices y clasificaciones para juegos populares basadas en la edad del jugador, así como recursos educativos para padres y controles de juegos parentales.
- Convulsiones y lesiones por estrés repetitivo: El British Medical Journal (BMJ) publicó un artículo sobre los riesgos de los videojuegos para los jugadores que tienen epilepsia u otros trastornos convulsivos. Los gráficos, luces y colores parpadeantes de las pantallas de los videojuegos pueden desencadenar una actividad convulsiva en algunos jugadores. También hay pruebas de que el juego compulsivo puede provocar lesiones por esfuerzo repetitivo en las muñecas o las manos.
Buscar ayuda y Tratamiento
Los videojuegos han tenido un tremendo impacto, tanto positivo como negativo, en las actitudes culturales, el desarrollo psicológico y las opciones de estilo de vida de niños y adultos. Si bien estos juegos pueden considerarse un riesgo para la salud física o emocional de los jugadores, también se han promovido como herramientas educativas eficaces e incluso se han utilizado para la rehabilitación física o cognitiva en entornos clínicos. Sin embargo, para las personas que se han visto atrapadas en un ciclo de juegos compulsivos, los videojuegos pueden volverse destructivos.La creciente popularidad de los videojuegos ha creado una nueva conciencia del problema del juego compulsivo, que a su vez ha llevado al desarrollo de programas de tratamiento para este proceso adictivo. El tratamiento para la adicción a los videojuegos se centra en terapias de modificación del comportamiento, como la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), que guían al cliente lejos de los patrones de pensamiento obsesivo y los hábitos obsesivos de la adicción. La terapia de grupo es una valiosa fuente de motivación y apoyo moral, especialmente para las personas que han perdido el contacto con amigos o compañeros como resultado de su adicción al juego. El asesoramiento familiar o matrimonial puede ayudar a educar a los seres queridos sobre el trastorno y crear un entorno familiar más estable.
Los clientes a los que se les diagnostica depresión, ansiedad, trastorno bipolar u otras afecciones psiquiátricas concomitantes pueden requerir terapia medicamentosa con antidepresivos o medicamentos ansiolíticos. Si el abuso de sustancias es un factor, el cliente necesitará desintoxicación médica seguida de tratamiento especializado para el abuso de drogas o alcohol.
Dependiendo de la gravedad del comportamiento adictivo y de la co-ocurrencia de otras afecciones médicas o psiquiátricas, la adicción a los videojuegos puede ser tratada como paciente hospitalizado o ambulatorio. Las instalaciones para pacientes hospitalizados ofrecen supervisión las 24 horas en un entorno estructurado y de apoyo, lo que puede ser beneficioso para las personas que no han podido controlar su uso de videojuegos. El tratamiento ambulatorio, que incluye programas intensivos para pacientes ambulatorios y programas de hospitalización parcial (PHP, por sus siglas en inglés), ofrece más flexibilidad para las personas que no pueden inscribirse en el tratamiento hospitalario debido a responsabilidades personales o que están muy motivadas para recuperarse de un comportamiento adictivo.
Buscar ayuda
En comparación con otros trastornos adictivos, la adicción a los videojuegos puede no parecer muy grave; sin embargo, los padres, parejas e hijos de personas adictas a los videojuegos pueden dar testimonio de los efectos negativos de este comportamiento.Al igual que otras actividades potencialmente positivas, los videojuegos tienen su lugar en una vida saludable y completa, pero cuando los juegos comienzan a tener prioridad sobre la escuela, el trabajo o las relaciones, el individuo necesita ayuda profesional. Aunque American Addiction Centers no trata las adicciones a los videojuegos, ahora hay programas de tratamiento disponibles en todo el país que abordan este nuevo trastorno y ofrecen esperanza a las personas que buscan liberarse de los juegos compulsivos.