Se estima que el Síndrome de Quilomicronemia Familiar (SCF)

El Síndrome de Quilomicronemia Familiar (SCF) ocurre de 1 en 1 a 2 millones de personas (Burnett y Hegele, 1999; Pouwels et al. 2008). La ECF se puede diagnosticar a cualquier edad y afecta por igual al género, la raza y el origen étnico (Brunzell, 1999). FCS ha recibido diferentes nombres. Algunos sinónimos de uso común para FCS incluyen:Deficiencia de lipoproteína lipasa (DLPL)

  • hiperlipoproteinemia tipo 1
  • Hipertrigliceridemia endógena
  • Hipertrigliceridemia familiar inducida por grasa
  • hipercilomicronemia familiar
  • Deficiencia familiar de LPL
  • Hiperlipidemia (Fredrickson)
  • Hiperlipoproteinemia Tipo IA
  • Deficiencia de lipasa D
  • Síndrome de quilomicronemia
  • Quilomicronemia familiar
  • Quilomicronemia familiar
  • Hiperlipemia producción idiopática de Burger-Grutz.
  • Deficiencia de lipasa D
  • Síndrome de Burger-Grutz

Vivir con SFC impone una carga significativa en todos los aspectos de la vida del paciente y de sus familias y cuidadores. Las personas con FCS reportan una calidad de vida reducida debido tanto a los síntomas de FCS como a la necesidad de seguir una dieta baja en grasas extremadamente restringida (Davidson et al. 2017). En conjunto, las personas con ECF informan que la enfermedad afecta su capacidad de concentración en la escuela, limita las oportunidades de empleo debido a las ausencias frecuentes y la incapacidad para viajar, y participa en actividades sociales con compañeros y familiares (Davidson et al. 2017). Los familiares y cuidadores pueden sentirse agobiados al tratar de adaptarse a la dieta baja en grasas restringida.

Causas

La FCS es causada por una función insuficiente o alterada de la enzima, la lipoproteína lipasa (LPL), que es responsable de descomponer (metabolizar) los triglicéridos. La disminución de la función de la lipoproteína lipasa se debe a mutaciones en el gen que codifica la lipoproteína lipasa, o a mutaciones en genes que codifican otras proteínas necesarias para que la lipoproteína lipasa funcione correctamente.

Sin lipoproteína lipasa, los triglicéridos se acumulan en la sangre. Los triglicéridos se transportan principalmente en lípidos dietéticos llamados quilomicrones. Los quilomicrones permanecen intactos y se acumulan en el plasma de los pacientes con SFC (Johansen et al. 2011). La acumulación de quilomicrones puede reducir el flujo sanguíneo a través del páncreas, lo que lleva a pancreatitis aguda (Valdivielso et al. 2014). La pancreatitis aguda puede provocar daño pancreático o ser mortal, además de otros síntomas y complicaciones.

Síntomas

Si bien el dolor abdominal intenso es el síntoma más común de la FCS, los síntomas de la FCS pueden ser clínicos, emocionales y cognitivos y pueden incluir (Brahm y Hegele, 2015; Davidson et al. 2017):

  • dolor abdominal (diario de bajo nivel a debilitante)
  • náuseas
  • diarrea
  • hinchazón
  • debilidad física
  • estreñimiento
  • indigestión
  • pancreatitis aguda
  • fatiga
  • deterioro de la memoria
  • dificultad para concentrarse y resolver problemas
  • «niebla cerebral»
  • ansiedad/miedo/preocupación por la salud
  • xantomas eruptivos (protuberancias rosadas que aparecen en el cuerpo, los brazos y las piernas)
  • lipemia retinal (aspecto lechoso de los vasos sanguíneos en el ojo)
  • hepatoesplenomegalia
  • aislamiento social debido a dieta

Diagnóstico

El FCS se diagnostica en base a niveles de triglicéridos en ayunas superiores o superiores a 750 mg/dL (8,5 mmol/L), que no responden a la terapia hipolipemiante estándar (Brahm y Hegele 2015), antecedentes de dolor abdominal recurrente y / o pancreatitis, y antecedentes familiares de niveles altos de triglicéridos plasmáticos (Brunzell 1993). Los niveles de triglicéridos en ayunas se miden a partir de una muestra de sangre. Cuando se extrae sangre, el plasma puede tener un aspecto lechoso debido al exceso de lípidos.

El diagnóstico de FCS se puede confirmar mediante pruebas genéticas para detectar mutaciones en el gen que codifica la lipoproteína lipasa (LPL), o mutaciones en genes que codifican otras proteínas necesarias para que la lipoproteína lipasa (LPL) funcione correctamente. Las mutaciones más comunes son LPL, apolipoproteína C2 (APOC2), factor de maduración de lipasa 1 (LMF1), apolipoproteína A5 (APOA5) y proteína 1 de unión a lipoproteínas de alta densidad ancladas a glicosilfosfotidilinositol (HDL) (GPIHBP1) (Brahm y Hegele 2015, Ahmad et al. 2017, Stroes et al. 2017).

Tratamiento

Actualmente no hay tratamientos aprobados por la FDA para el SFC. Los tratamientos tradicionales para reducir los niveles de lípidos, como las estatinas, los fibratos y la niacina, no son eficaces en las personas con FCS porque la eficacia de estos medicamentos depende, al menos en parte, de una enzima lipoproteína lipasa funcional.

Control dietético de FCS

El control de los niveles séricos altos de triglicéridos se realiza consumiendo una dieta baja en grasas extremadamente restrictiva (<20 g de grasa/día), que representa del 10 al 15% de la ingesta calórica total. Las personas con SCF pueden comer verduras, frutas, granos enteros, claras de huevo, legumbres, productos lácteos sin grasa, mariscos y aves magras. Las personas con FCS pueden obtener ácidos grasos esenciales con suplementos que incluyen vitaminas solubles en grasa (vitaminas A, D, E, K), minerales y triglicéridos de cadena media, según sea necesario. Se sugiere comer comidas pequeñas y frecuentes que contengan proteínas sin grasa o bajas en grasa. Se dispone de recomendaciones adicionales para controlar las restricciones dietéticas en pacientes con SFC para bebés, niños y adolescentes (Williams y Wilson, 2016).

La dieta estricta evita grasas, carbohidratos simples, productos altos en azúcares (postres, jugos de frutas), alcohol y medicamentos conocidos por aumentar los niveles de triglicéridos, como diuréticos, esteroides, estrógenos, medicamentos para la presión arterial alta, medicamentos que inhiben el sistema inmunitario, antidepresivos, algunos medicamentos para el corazón y suplementos de aceite de pescado (Brunzell, 2011). Incluso siguiendo una dieta estricta, los niveles de triglicéridos pueden permanecer elevados y los pacientes con SFC pueden experimentar episodios de dolor abdominal y pancreatitis recurrente. Las personas con FCS reportan una baja satisfacción con esta dieta (Davidson et al. 2017). Comer fuera de casa es difícil, especialmente en restaurantes. Comprar alimentos sin grasa puede ser costoso y preparar comidas sin grasa puede llevar mucho tiempo. Las personas con SFC son monitoreadas regularmente para asegurar una ingesta nutricional adecuada.

Calidad de vida

La SFC afecta la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Los síntomas de la SFC suponen una carga psicosocial y clínica para los pacientes y sus familias y/o cuidadores. La carga psicosocial se asocia con la dieta restringida, la ansiedad y el estrés y la imprevisibilidad de cuándo pueden aparecer los síntomas de la SFC. La carga clínica de la SFC incluye dolor abdominal crónico y pancreatitis. La pancreatitis aguda causa dolor debilitante, ansiedad, pérdida de empleo y hospitalizaciones. Las personas con SCF informan fatiga, debilidad, miedo, preocupación, deterioro cognitivo, como deterioro de la memoria y dificultad para concentrarse. Estos síntomas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida cotidiana y pueden afectar la capacidad para trabajar (Davidson et al. 2017).

Riesgos de FCS

Los episodios repetidos de pancreatitis aguda pueden llevar a pancreatitis crónica (Yang et al. 2009; Berglund et al. 2012) y signos de insuficiencia pancreática exocrina o endocrina, incluida la diabetes pancreática (tipo 3c) (Gaudet et al. 2013). Los pacientes con niveles extremadamente altos de triglicéridos pueden tener un curso más grave de pancreatitis, lo que lleva a peores resultados, como estadías hospitalarias más largas, una tasa más alta de necrosis pancreática, insuficiencia orgánica persistente más frecuente y tasas más altas de mortalidad (Nawaz et al. 2015). Este riesgo puede reducirse mediante el tratamiento con un equipo de atención médica que comprenda todos los aspectos de la enfermedad y puede incluir a un lipidólogo, pancreatólogo, gastroenterólogo, médico de atención primaria, dietista registrado, psicólogo y/o trabajador social.

Videos en FCS

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  1. Ahmad Z, Halter R, Stevenson M. Building a better understanding of the burden of disease in familial quilomicronemia syndrome, Expert Review of Clinical Pharmacology, 2017; 10:1,1-3, DOI: 10.1080/17512433.2017.1251839
  2. Berglund L, Brunzell JD, Goldberg AC, et al. Evaluación y tratamiento de la hipertrigliceridemia: Guía de práctica clínica de la endocrine society. J of Clinical Endocrinology & Metabolism 2012; 97: 2969-2989.
  3. Brahm, A. J. & Hegele, R. A. Quilomicronemia-diagnóstico actual y terapias futuras. Apo. Endocrinol. 2015; 11, 352-362; publicado en línea el 3 de marzo de 2015; doi: 10.1038 / nrendo.2015.26
  4. Burnett JR HA, Hegele RA. Deficiencia Familiar de Lipoproteína Lipasa. En: Pagon RA, Adam MP, Ardinger HH, et al., Editor. GeneReviews® . (Universidad de Washington, Seattle, 12 de octubre de 1999 )
  5. Davidson M, Stevenson M, Hsieh A, Ahmad Z, Witzum JL. The burden of familial quilomicronemia syndrome: interim results from the In-Focus study (en inglés). Diario de 2017.
  6. Gaudet D, Méthot T, Déry S, et al. Eficacia y seguridad a largo plazo de la terapia génica con alipógeno tiparvovec (AAV1-LPLS447X) para la deficiencia de lipoproteína lipasa: Un ensayo abierto. Gene Therapy 2013; 20: 361-369.
  7. Johansen CT, Kathiresan S, Hegele RA. Determinantes genéticos de los triglicéridos plasmáticos. Revista de investigación de lípidos, 52(2), 189-206 (2011).
  8. Pouwels ED, Blom DJ, Firth JC, Henderson HE, Marais AD. Hipertrigliceridemia grave como resultado de quilomicronemia familiar: la experiencia de Ciudad del Cabo. Revista médica sudafricana = Suid-Afrikaanse tydskrif vir geneeskunde, 98(2), 105-108 (2008).
  9. Stroes E, Moulin P, Parhofer KG, Rebours V, Löhr J-M, M. Algoritmo diagnóstico para el síndrome de quilomicronemia familiar. Suplementos de Aterosclerosis 2017; 23: 1-7.
  10. Valdivielso P, Ramírez-Bueno A, Ewald N. Conocimiento actual de la pancreatitis hipertrigliceridémica. Eur J Med Interno. 2014;25:689-94.
  11. Williams L, Wilson DP. Comentario editorial: Manejo dietético del síndrome de quilomicronemia familiar. J Clin Lipidol. 2016;10:462-465.
  12. Yang F, Wang Y, Sternfeld L, et al. El papel de los ácidos grasos libres, la lipasa pancreática y la señalización de Ca2+ en la lesión de células acinares aisladas y el modelo de pancreatitis en ratones con deficiencia de lipoproteína lipasa. Acta Physiologica 2009; 195: 13-28.

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