Toro de Oro de 1222, carta otorgada por el rey Andrés II de Hungría, que establecía los derechos y privilegios básicos de la nobleza y los clérigos húngaros y los límites de los poderes del monarca. Los nobles húngaros, excitados por los excesos y extravagancias de Andrés, lo obligaron a promulgar la Bula de Oro. Contiene 31 artículos, en los que se reafirman los derechos concedidos anteriormente y se otorgan otros nuevos.
La carta obligaba al rey a convocar a la dieta regularmente, le prohibía encarcelar a un noble sin un juicio adecuado ante el palatino (un funcionario que asumía los principales deberes administrativos en ausencia del rey), y negaba al rey el derecho a gravar las propiedades de los nobles y de la iglesia. Liberaba a los nobles del servicio obligatorio sin remuneración en el ejército del rey en el extranjero y también prohibía a los extranjeros poseer tierras y a los judíos y musulmanes ocupar cargos públicos (esta última disposición se añadió en 1231).
La carta también aumentó la autoridad de los nobles en los condados; los funcionarios del condado del rey (főispan) podían ser despedidos por mala conducta, y sus puestos no podían convertirse en hereditarios. Además, si el rey o sus sucesores violaban las disposiciones de la Bula de Oro, los nobles y obispos tenían derecho a resistir ( jus resistendi) sin ser objeto de castigo por traición. Después de 1222, todos los reyes húngaros tuvieron que jurar defender el Toro de Oro.