Vibrio son bacterias que pueden provocar una infección llamada vibriosis. El vibrio se encuentra naturalmente en el agua salada y es común en las aguas costeras de los Estados Unidos y Canadá.
Puede enfermarse después de comer mariscos crudos o poco cocidos (como ostras, almejas, mejillones, langosta o cangrejo) o al exponer una herida o piel rota al agua de mar. La infección por vibrio es más común durante los meses de verano.
Cualquier persona puede contraer vibriosis. Las personas con enfermedad hepática, cáncer o un sistema inmunitario debilitado tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente.
Síntomas
Si ha sido infectado, puede comenzar a experimentar los siguientes síntomas en 12 a 24 horas:
- Diarrea
- Calambres estomacales
- Náuseas
- Vómitos
- Fiebre
- La herida se verá enrojecida e hinchada
Prevención
- No coma mariscos crudos. Cocine bien todos los mariscos.
- Lávese bien las manos con jabón y agua tibia después de tocar mariscos crudos.
- Al preparar mariscos con cáscara, tome las siguientes precauciones:
- Hervir hasta que las cáscaras se abran y continúen cocinando durante cinco minutos más, o
- Cocer al vapor hasta que las cáscaras se abran y continúen cocinando durante nueve minutos más.
- Hervir las ostras peladas al menos tres minutos, o freírlas en aceite durante al menos 10 minutos a 375 grados Fahrenheit.
- Deseche los mariscos que no se abran durante la cocción.
- Mantenga los mariscos crudos y sus jugos alejados de otros alimentos.
- Coma mariscos cocidos rápidamente y refrigere las sobras de inmediato.
- Proteja las heridas abiertas o la piel rota contra el contacto con agua salada, agua salobre y mariscos.
- Use guantes al tocar mariscos crudos.
Diagnóstico y tratamiento
Los médicos pueden realizar pruebas de Vibrio en heces, heridas o sangre. El médico debe verificar si tiene esta infección si tiene diarrea acuosa y ha comido mariscos recientemente, especialmente si están crudos o poco cocidos, o cuando se produce una herida o una infección de oído después de la exposición al agua de mar.
El tratamiento no suele ser necesario con infecciones estomacales menos graves. Debe beber muchos líquidos cuando tenga diarrea.
Para los casos graves, el médico puede recetar antibióticos. Las infecciones de heridas o de oídos deben ser tratadas por un médico.