El vuelo BA38 de British Airways se aproximaba a Londres (Heathrow) desde Pekín, China, a 720 pies de agl, el motor derecho de G-YMM dejó de responder a los comandos de autotroteo para aumentar la potencia y, en su lugar, la potencia se redujo a 1,03 Relación de presión del motor (EPR). Siete segundos después, la potencia del motor izquierdo se redujo a 1,02 EPR. Esta reducción provocó una pérdida de velocidad y el avión aterrizó a unos 330 m de la superficie pavimentada de la pista 27L en Londres Heathrow.
La investigación identificó que la reducción en el empuje se debió a un flujo de combustible restringido a ambos motores.Se determinó que esta restricción se produjo en el motor derecho en su intercambiador de calor de aceite Combustible (FOHE). Para el motor izquierdo, la investigación concluyó que la restricción probablemente ocurrió en su FOHE. Sin embargo, debido a las limitaciones de los datos registrados disponibles, no fue posible eliminar totalmente la posibilidad de una restricción en otras partes del sistema de combustible, aunque las pruebas y la actividad de extracción de datos llevadas a cabo para esta investigación sugirieron que esto era muy improbable. Además, se determinó que la probabilidad de que se produjera un mecanismo de restricción separado en los siete segundos siguientes al del motor derecho era muy baja.
La tripulación de vuelo se dio cuenta del problema unos 30 segundos antes del aterrizaje
La investigación identificó los siguientes factores causales probables que llevaron a las restricciones de flujo de combustible:
- Hielo acumulado dentro del sistema de combustible1 liberado, causando una restricción al flujo de combustible del motor el FOHE, en ambos motores.
- El hielo se había formado dentro del sistema de combustible, a partir del agua que se producía naturalmente en el combustible, mientras que el avión operaba con bajos flujos de combustible durante un largo período y las temperaturas localizadas del combustible se encontraban en un área descrita como el «rango pegajoso».
- El FOHE, aunque cumplía los requisitos de certificación aplicables, demostró ser susceptible de restricción cuando se presentaba con hielo blando en una alta concentración, con una temperatura del combustible inferior a -10°C y un flujo de combustible por encima del ralentí de vuelo.
- Los requisitos de certificación, que debían cumplir los sistemas de combustible de los motores y las aeronaves, no tenían en cuenta este fenómeno, ya que el riesgo no se reconocía en ese momento.
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